miércoles, 9 de noviembre de 2011
Capítulos del 71 al 73
Proseguimos y una vez más volvió a la mesa el tema de los azotes pendientes de Sancho, don Quijote le expresó su precisa su urgencia y ofreció pagarle con el fin de que entre más pronto se los diese más le pagará inmediatamente esa noche en el campo abierto, se alejo un poco Sancho entre los árboles y se dio como seis azotes, el sétimo pegó en la corteza de un árbol y al descubrir que sonaba muy parecido a los que se hacía en su espalda, decidió continuar azotando los árboles, según mi pobre don Quijote ya llevaba como mil, y más pronto romperían el encantamento de Dulcinea, le obligó don Quijote a tomar un descanso, y le pidió que terminara de darse los azotes en casa , lo cual no fue del agrado de Sancho ya que no podría engañar más a don Quijote. Y se quedaron esa noche en un mesón con el fin de descansar. En el mesón se encontró mi señor don Quijote con un tal don Alvaro que al parecer salía en la historia falsa de nuestras aventuras, le preguntó don Quijote que si el conocía al otro don Quijote al falso, por que yo se que el único verdadero es mi señor el sin igual don Quijote de la Mancha. El se dio cuenta que sin duda estos aquí presentes eran don Quijote y Sancho panza los únicos y consta de eso en una acta. Esa noche Sancho se dio el resto de sus azotes pero a costas de los árboles y mi señor don Quijote engañado. Pero para él en cualquier momento podría encontrar a Dulcinea del Toboso desencantada. En la mañana siguiente apenas salió el sol subimos una cuesta y muy cerca de ahí se veía la aldea de la que hace mucho tiempo atrás salimos con la esperanza puesta en la aventura. Llegamos a la aldea, casi no la recordaba su olor sus habitantes sus casitas regadas por ahí, bastó en cruzar el portón de bienvenida para encontrarnos con el bachiller y el cura el cual muy contentos de vernos de nuevo en la aldea. Las nuevas le llegaron a Teresa la cual se vino corriendo con Sanchica. Teresa se sorprendió por que Sancho no venía con apariencia de gobernador, ni mucho menos en lujosas carrozas, pero muy felices de ver a Sancho se fueron hacia su casa y dejaron a don Quijote en la de él, su sobrina y la dueña muy alegres le abrazaron y lo llevaron adentro. Don Quijote les contó como fue que tuvo que ir a dar a su casa y como lo vencieron, y muy alegremente informamos nuestra nueva actividad de aventura durante este año la actividad pastoril. La cara de la dueña , la sobrina, el bachiller y el cura lo dijeron todo pensaban que era un nueva locura,¿que tiene de malo ser pastor? En fin el bachiller y el cura se ofrecieron en acompañarle, pero más bien creo que que es para cuidarle de que cometa cualquier locura , según ellos. Más tarde don Quijote en la cama la dueña y la sobrina le atendieron de buena manera le llevaron la cena a la cama y le permitieron descansar. Tal y como nos lo merecíamos, por que pronto iniciaremos nuestra nueva actividad pastoril para en un año retomar la caballería.
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