miércoles, 9 de noviembre de 2011
Capítulos del 65 al 67
Siguieron al caballero de La Luna Blanca, hasta que se detuvo y yo deseaba escuchar de donde había salido este caballero que nunca había oído hablar. Se presentó como el bachiller Carrasco; en eso recordé de donde se me hacía tan parecido, fue el que intentó devolver y retener a don Quijote que se quedase en casa. El mismo explicó que ya se había hecho pasar por el caballero de los mil espejos y que ya don Quijote le había vencido. Es por eso que se hizo pasar por este nuevo caballero, ya sabiendo como vencerlo sería mas sencillo, y conociendo cuan apegado a las leyes de la caballería era decidió ponerle este reto tan comprometedor. Explicó luego que en la aldea estaban tan preocupados por el que creían que la única forma que cobraría juicio sería un año o más lejos de ser caballero. Al parecer todo esto lo hacían por el propio bien de don Quijote, pero como dice don Antonio con sus palabras de sabiduría volver cuerdo a don Quijote sería la más grande locura, ya que con su locura era la persona más maravillosa que existiese. Pidió el bachiller que no le dijesen nada de esto a don Quijote, y así lo hicieron. Pasaron seis días don Quijote cabizbajo , triste, desesperación e veían en sus sabios ojos. Sancho le decía que esto no se podía cumplir, pero don Quijote le prometió que después de pasado el año de penitencia volverían en busca de nuevas aventuras. Por ota parte Ana Felix la hija de Ricote se separó de su amor Gregorio por que este partió con don Antonio a un caso cerca en la corte y ese mismo día partió don Quijote y Sancho , Rocinante y el Rucio y yo el viento , los tres desarmados poniendo nuestra esperanza en que este año de penitencia se pasara rápido. Salimos y pasamos por el lugar de la derrota, don Quijote se lamentaba de haber expuesto a rocinante de esa manera, y como el no pudo ver que no resistiría, pero prosiguieron su camino. Se encontraron una venta en la cual Sancho tuvo que poner en práctica su oficio de juez con respecto a una carrera de pesos iguales. Pasamos esa noche en un campo verde, Sancho había convencido de dejar las armas con el fin de poder montar al rucio y dejar de caminar. Cuando proseguimos nuestro camino nos encontramos con el lacayo del duque, se alegro tanto de ver a don Quijote, incluso nos invitó a comer lo que en sus alforjas llevaba, Sancho aceptó mientras que don Quijote no , el prosiguió y esperó a Sancho bajo la sombra de un árbol donde poco después Sancho llegó. Continuamos el camino, y mientras tanto don Quijote recordó el sitio de un antigua experiencia, así que decidió que mientras se pasara el año de su penitencia, se podrían de dedicar al pastoreo, que él compraría unas ovejas, y el se llamaría Quijotiz y Sancho Pancino y así le fueron poniendo nombres a cada uno de los del pueblo que se acordaron. En eso volvió de nuevo la discución del constante uso de refranes de Sancho don Quijote lo volvió a corregir con la paciencia de siempre pero al parecer Sancho nunca entenderá el uso adecuado de los refranes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario