jueves, 10 de noviembre de 2011

A La Señora Del Quijote ... T.Lore

Gracias por impulsarme a realizar este proyecto de dos años, el cual disfruté y aprendí mucho. Gracias por toda la motivación y el apoyo que he tenido siempre. Gracias por enseñarme y darme la oportunidad de apreciar las cosas desde un punto de vista totalmente diferente, pero más que nada Gracias por permitirme conocer y disfrutar la locura tanto como Don Quijote.

Epílogo

Hace mucho tiempo ya que partió don Quijote, siglos atrás. Más él no se ha ido , nunca se fue y nunca se irá, todos tenemos algo de él ya sea con la seriedad que nos enfrentamos a una situación o al igual como enfrentamos todo lo que nos apasiona. Recuerdo el día de su sepultura que una pluma cayó en ese lugar, era una pluma única , especial. Me pregunté si con esa pluma se habrán escrito todas las verdaderas historias y aventuras que pudimos disfrutar todos los que alguna vez nos vimos involucrados. Es probable que con esa pluma se hallan escrito nuestras aventuras; pero hoy que esa pluma ya no está, lo cual nos permite tener la libertad y responsabilidad de escribir nuestra propia historia , nuestras aventuras, y en cada una de ellas se ve un reflejo , un destello brillante de Don Quijote de La Mancha, por que todos tenemos algo de él.

Capítulo 74

Todo pasó tan rápido que no se como expresarlo, como a los dos días de haber llegado a casa cayó en cama mi señor don Quijote con una calentura enfermiza que hacía que la frente le hirviera. No sabía yo si algún resfriado había agarrado o si esto era algún tipo de desconsuelo por la derrota obtenida en Barcelona. Todos en la casa ,El bachiller, Sancho, El cura, El barbero, todos se encontraban en una desesperación total al verle tan cabizbajo; lo intentaban animar, más nada funcionaba. Yo decidí quedarme con el apoyarlo siempre ser el soporte fuerte y confiable que siempre fui, aunque nunca me pudo ver siempre estuve ahí para él. El doctor no vio muchas esperanzas de vida en don Quijote , pasado el medio día pidió que le dejasen solo y se quedó dormido, en un inicio creí que nunca más volvería a ver la luz en sus ojos, pero no fue así a las seis horas despertó. Gritaba que le había sucedido un milagro que ya era cuerdo y no loco. Yo no lo podía creer como se decía así mismo loco si nunca lo fue y nunca lo será. Solicitó inmediatamente que llamaran a un escribano para realizar su testamento y quería que el cura lo confesase. Una vez hecho esto el cura hizo que todo estuviéramos presentes para el testamento, el cura determinó que no le quedaba muchas horas de vida. Era un sentimiento indescriptible, como algo que siempre había estado tan vivaz , tan presente, tan propio , repentinamente se extinguiría. Le dejo pagó todas sus deudas a Sancho e incluso lo que le sobraba; y le pidió perdón por haberle hecho hacer esas locuras, a lo que Sancho le respondía que nunca fueron locuras y que sí lo fueron habrán sido las más bellas y memorables locuras. La propiedad a su sobrina fue entregada, y le permitió casarse con quien considerar que fuese digno de ella, sin embargo este esposo de ella no podría tener ningún afin a las novelas de caballerías de ser así se le despojaría a ella de todos sus vienes. Se le pagó a dueña todos los años de servicio. Y ahí cerró su testamento. Al lado de su cama me senté y la compañía de sus últimos minutos de vida gocé, todo lo que pasamos lo recuerdo bien siempre estará en mi memoria, por que siempre tendré un parte de Don Quijote de la Mancha en mí, y al sentir su ultimo soplido supe que ya se había ido y así cayó en mis brazos, el único e inigualable el cuerdo y jamás loco don Quijote de La Mancha.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Capítulos del 71 al 73

Proseguimos y una vez más volvió a la mesa el tema de los azotes pendientes de Sancho, don Quijote le expresó su precisa su urgencia y ofreció pagarle con el fin de que entre más pronto se los diese más le pagará inmediatamente esa noche en el campo abierto, se alejo un poco Sancho entre los árboles y se dio como seis azotes, el sétimo pegó en la corteza de un árbol y al descubrir que sonaba muy parecido a los que se hacía en su espalda, decidió continuar azotando los árboles, según mi pobre don Quijote ya llevaba como mil, y más pronto romperían el encantamento de Dulcinea, le obligó don Quijote a tomar un descanso, y le pidió que terminara de darse los azotes en casa , lo cual no fue del agrado de Sancho ya que no podría engañar más a don Quijote. Y se quedaron esa noche en un mesón con el fin de descansar. En el mesón se encontró mi señor don Quijote con un tal don Alvaro que al parecer salía en la historia falsa de nuestras aventuras, le preguntó don Quijote que si el conocía al otro don Quijote al falso, por que yo se que el único verdadero es mi señor el sin igual don Quijote de la Mancha. El se dio cuenta que sin duda estos aquí presentes eran don Quijote y Sancho panza los únicos y consta de eso en una acta. Esa noche Sancho se dio el resto de sus azotes pero a costas de los árboles y mi señor don Quijote engañado. Pero para él en cualquier momento podría encontrar a Dulcinea del Toboso desencantada. En la mañana siguiente apenas salió el sol subimos una cuesta y muy cerca de ahí se veía la aldea de la que hace mucho tiempo atrás salimos con la esperanza puesta en la aventura. Llegamos a la aldea, casi no la recordaba su olor sus habitantes sus casitas regadas por ahí, bastó en cruzar el portón de bienvenida para encontrarnos con el bachiller y el cura el cual muy contentos de vernos de nuevo en la aldea. Las nuevas le llegaron a Teresa la cual se vino corriendo con Sanchica. Teresa se sorprendió por que Sancho no venía con apariencia de gobernador, ni mucho menos en lujosas carrozas, pero muy felices de ver a Sancho se fueron hacia su casa y dejaron a don Quijote en la de él, su sobrina y la dueña muy alegres le abrazaron y lo llevaron adentro. Don Quijote les contó como fue que tuvo que ir a dar a su casa y como lo vencieron, y muy alegremente informamos nuestra nueva actividad de aventura durante este año la actividad pastoril. La cara de la dueña , la sobrina, el bachiller y el cura lo dijeron todo pensaban que era un nueva locura,¿que tiene de malo ser pastor? En fin el bachiller y el cura se ofrecieron en acompañarle, pero más bien creo que que es para cuidarle de que cometa cualquier locura , según ellos. Más tarde don Quijote en la cama la dueña y la sobrina le atendieron de buena manera le llevaron la cena a la cama y le permitieron descansar. Tal y como nos lo merecíamos, por que pronto iniciaremos nuestra nueva actividad pastoril para en un año retomar la caballería.

Capítulos del 68 al 70

Una vez más de noche nos encontrábamos Sancho durmiendo, yo alerta y don quijote desvelado y pensativo. Despertó a Sancho para decirle que debía de arse los trecientos azotes lo más antes posible para desencantar a Dulcinea del Toboso lo mas pronto posible. En eso se escuchó un ruido ensordecedor y en medio de la oscuridad de esa noche , nada se veía cuando por entre nuestras piernas pasó una piara. Quien se iba a imaginar cerdos en la noche corriendo desquiciados. Muy de mañana seguimos nuestro camino de frente nos topamos como diez hombres a caballo y cinco a pie, nos acorralaron nos apuntaron con sus lanzas, y sin decirnos palabra alguna nos hicieron ir hacia una ruta familiar. Cuando caí en razón estábamos en el palacio y hogar de los duques y todo estaba servido. Había una hoguera grande, hachas en llamas, el duque y la duquesa sentados y una joven como en un especie de conmemoración fúnebre, era Altisidora , ¿Se habrá muerto por mi señor don Quijote? Este suceso es muy extraños fuera de lo común. Le informaron a Sancho que le iban a arañar la cara, pellizcare, punsarlo con alfileres y más, esto con el fin de revivir a Altisidora. Sancho confundido y más que todo preocupado recibió unos arañazos y pellizcos pero no iba a soportar los alfileres, en eso altisidora se movió y al parecer ya la habían logrado revivir, se le insistió lo azotes por Dulcinea, pero Sancho no lo hizo. Agradeció Altisidora a Sancho por haberle devuelto la vida y luego fuimos escoltados donde habíamos quedado en nuestro camino la última vez. Esa noche en nuestro aposento, confusos nos encontrábamos los tres. Más que todo don Quijote y yo por que como siempre Sancho ya deseaba dormir. Don Quijote serio y pensativo, yo me preguntaba como nos habría encontrado el bachiller, será que tenía algún aliado o un espía que le informaba cada uno de nuestros movimientos. En eso entró Altizidora,y conversó con Sancho don Quijote y con mi persona. Sancho quiso saber como era el otro mundo donde supuestamente había estado. Ella no supo describirlo muy bien pero algo recuerdo que mencionó del libro de copia de las aventuras de don Quijote. Hubo una expresión de Altizidora la cual me puso a dudar si su amor por don Quijote era real, pero la posición firme de mi amo es espectacular, nunca abandonaría a Dulcinea del Toboso. Cenamos con los duques dispuestos a salir por la mañana.

Capítulos del 65 al 67

Siguieron al caballero de La Luna Blanca, hasta que se detuvo y yo deseaba escuchar de donde había salido este caballero que nunca había oído hablar. Se presentó como el bachiller Carrasco; en eso recordé de donde se me hacía tan parecido, fue el que intentó devolver y retener a don Quijote que se quedase en casa. El mismo explicó que ya se había hecho pasar por el caballero de los mil espejos y que ya don Quijote le había vencido. Es por eso que se hizo pasar por este nuevo caballero, ya sabiendo como vencerlo sería mas sencillo, y conociendo cuan apegado a las leyes de la caballería era decidió ponerle este reto tan comprometedor. Explicó luego que en la aldea estaban tan preocupados por el que creían que la única forma que cobraría juicio sería un año o más lejos de ser caballero. Al parecer todo esto lo hacían por el propio bien de don Quijote, pero como dice don Antonio con sus palabras de sabiduría volver cuerdo a don Quijote sería la más grande locura, ya que con su locura era la persona más maravillosa que existiese. Pidió el bachiller que no le dijesen nada de esto a don Quijote, y así lo hicieron. Pasaron seis días don Quijote cabizbajo , triste, desesperación e veían en sus sabios ojos. Sancho le decía que esto no se podía cumplir, pero don Quijote le prometió que después de pasado el año de penitencia volverían en busca de nuevas aventuras. Por ota parte Ana Felix la hija de Ricote se separó de su amor Gregorio por que este partió con don Antonio a un caso cerca en la corte y ese mismo día partió don Quijote y Sancho , Rocinante y el Rucio y yo el viento , los tres desarmados poniendo nuestra esperanza en que este año de penitencia se pasara rápido. Salimos y pasamos por el lugar de la derrota, don Quijote se lamentaba de haber expuesto a rocinante de esa manera, y como el no pudo ver que no resistiría, pero prosiguieron su camino. Se encontraron una venta en la cual Sancho tuvo que poner en práctica su oficio de juez con respecto a una carrera de pesos iguales. Pasamos esa noche en un campo verde, Sancho había convencido de dejar las armas con el fin de poder montar al rucio y dejar de caminar. Cuando proseguimos nuestro camino nos encontramos con el lacayo del duque, se alegro tanto de ver a don Quijote, incluso nos invitó a comer lo que en sus alforjas llevaba, Sancho aceptó mientras que don Quijote no , el prosiguió y esperó a Sancho bajo la sombra de un árbol donde poco después Sancho llegó. Continuamos el camino, y mientras tanto don Quijote recordó el sitio de un antigua experiencia, así que decidió que mientras se pasara el año de su penitencia, se podrían de dedicar al pastoreo, que él compraría unas ovejas, y el se llamaría Quijotiz y Sancho Pancino y así le fueron poniendo nombres a cada uno de los del pueblo que se acordaron. En eso volvió de nuevo la discución del constante uso de refranes de Sancho don Quijote lo volvió a corregir con la paciencia de siempre pero al parecer Sancho nunca entenderá el uso adecuado de los refranes.

Capítulos del 62 al 64

Pues ya una vez acomodados en la casa del bueno don Antonio la conocimos mejor, y habiéndonos presentado a varios de sus amistades, una noche compartimos en una cena las experiencias de Sancho como gobernador de una ínsula la cena fue muy placentera al compartir nuestras propias anécdotas. Cuando busqué a mi señor me di cuenta que se iba a otro aposento con don Antonio, por lo que decidí seguirles, entramos a un salón done había una especie de yelmo de bronce, y según dijo don Antonio era espectacular lo que hacía, al parecer era un yelmo sabio y podría responder cosas futuras o acerca de personas que a la lejanía estuvieran. Esto me parecía increíble y al parecer lo pondríamos a prueba al día siguiente. En la mañana don Quijote fue a visitar el centro de la ciudad y se admiró que todos le conocían, pero era por que su caballo llevaba escrito el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Una de esas personas envidiosas del camino, le dijo que estaba loco, que loco era por los libros de las caballerías. Se fueron y esa noche pusieron a prueba el yelmo de bronce que al parecer había sido hecho por un encantador hace mucho tiempo atrás. Todo fue como había dicho don Antonio atónito quedé al haber visto como el yelmo respondía certeramente a lo que Sancho y don Quijote preguntaron el yelmo respondió. No me expliqué de donde venía la voz si la boca no se movía, pero todo parecía tan real que la posibilidad de que fuera una broma era casi imposible. A la mañana siguiente al hacer el paseo matutino pasamos por una imprenta donde se estaba traduciendo un libro al castellano pero desde mi punto de vista el traductor no se veía tan competen. Estaba por traducir la segunda parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la mancha, lo único que esperamos es que estas aventuras se cuenten tal y como fueron realmente sin mas ni menos detalle de ellas, por que lo que hace a una buena historia es la cercanía pura y verdadera de lo hechos. Zarparon al día siguiente a una pequeña excursión en las galeras de alta mar. Fueron Sancho , Don Quijote y Antonio, y por supuesto no me iría a perder una a aventura en alta mar. Salimos y la aventura de este día fue algo confusa para no confundiros mucho, lo sucedido fue que nos encontramos con otros dos barcos en el cual se realizaría un acto cruel contra dos turcos, al ver aquel acto, fuimos al barco. Luego todo se tornó muy confuso no se por que no recuerdo bien lo que pasó. Luego apareció una joven, la cual iba a ser injustamente afectada, y contó su historia como venía huyendo de su país natal por un orden de su padre, y esta había de volver al lugar para sacar un tesoro de su familia , pero cuando fue a su casa este ya no estaba por lo que debía de hacer todo el viaje de regreso, en eso uno de los que iba en el barco resulto ser el señor Ricote el antiguo vecino de Sancho el que justamente iba de regreso a su casa a buscar un antiguo tesoro, seguramente llegó antes que su hija y fue por este motivo que ella no encontró nada cuando ella fue a buscarlo. Se regresaron juntos padre e hija después de tanto tiempo. Y esta fue nuestra aventura en alta mar. La esposa de don Antonio al parecer disfrutaba enormemente de la compañía de la hija de Ricote y su aventura le parecía aún más encantadora. Como poco más tarde de medio día salió mi señor don Quijote a caminar por aquella playa hermosa, y un momento a solas con él era incomparable, su presencia valía todo. Caminando nos encontrábamos mientras salpicaba levemente su cara con el agua salada del mar, cuando a la lejanía vimos como se acercaba un caballero en un caballo de contextura robusta y con una luna blanca bordada en su pecho. Se acecó a don Quijote y al preguntarle su nombre y confrimar que era mi señor. Un poco confundidos los dos nos dispusimos a escuchar la propuesta del caballero de la luna blanca, en resumidas cuentas le dijo a mi señor don Quijote que lo retaba, a una batalla para demostrar que su doncella era aún más hermosa que Dulcinea del Toboso, si el caballero de la luna ganaba mi señor debería de admitir que su doncella era más hermosa, y que Dulcinea del Toboso (cosa que don Quijote no iba a admitir) además debería dejar el oficio de la caballería por un año o hasta que el lo indicase, si don Quijote ganaba podría hacer con la cabeza de este caballero lo que él quisiese. Don Quijtoe aceptó y llegó el gobernador del pueblo don Antonio y Sancho justo en el momento, Varias personas se acercaron todo estaba pasando tan rápido, yo confiaba en mi señor pero me preguntaba estaría listo para todo esto. Se alejaron uno del otro y paralizado a un lado de la playa vi como corrían con todas sus fuerzas, ambos caballos, todo iba tan rápido, en eso vi como el caballero de la luna blanca arremetió contra mis señor don Quijote sin siquiera haber sacado su lanza, y dio con el en el suelo junto con Rocinante, saco su lanza y lo rindió diciendole que confesase que su amada era más hermosa que Dulcinea. A lo que don Quijote respondió, que era Dulcinea el ejemplar de belleza pura que habitaba en el mundo y nadie superaría su belleza, por lo que si lo desea caballero de la luna blanca puede quitarme la vida. En ese momento me volví hielo como pudo haber ofrecido algo así, terminar con todo tan aprisa. Pero el Caballero de La Luna Blanca dijo que se conformaría que dejase su oficio durante un año. Un año si aventuras!!! Eso era casi que imposible, en eso oí un suspiro de Sancho que decía esto debe ser obra de algún encantamento, esto no está pasando. Todo se volvía cada vez más absurdo, Sancho creyendo en encantamentos, y Don Quijote resignándose a la aventura por un año o más. El gobernador mandó a que averiguasen quien era este caballero, mientras que otros ayudábamos a levantar a don Quijote.