domingo, 11 de septiembre de 2011

Capítulos del 49 al 51

Habiendo Sancho finalizado la discusión con su médico días después se le fue permitido comer cuanto quisiere y aun así Sancho pidió que su comida fuese tan simple como pudieren ya que su estomago estaba acostumbrado a comida sin mucho lujo. Salió Sancho un día a realizar su ronda de Justicia se encontró con unos señores los cuales se encontraban molestos por que uno le debía unos ducados al otro, por un juego realizado en una casa de apuestas. Por lo que Sancho arregló la situación de una mejor manera, que a todos dejó asombrados. Y decidió cerrar la casa de apuestas para evitar problemas futuros, se presentaron diversas situaciones, pero una que más recuerdo fue la de una hermosa joven que iba vestida de hombre y al Sancho preguntarle la razón de este hecho, ella comentó que había decidido esto ella y su hermano con el fin de salir de su casa y conocer el mundo el pueblo y sus alrededores. Sancho decidió llevar a los jóvenes a su casa y el maestresala enamorado de la doncella pensaba pedirle la mano a su padre, mientras que Sancho pensó en el joven, para casarlo con su hija. Y de esta forma concluyó la visita de Sancho ese día. Se decidió Sancho mandar un día a un paje a donde su Señora Teresa, para que el paje le contara las nuevas y yo decidí ir con él. Llegó el paje a la aldea, y les preguntó a unas jovencitas por Teresa Panza, una dijo ser su hija, y claro que la reconocí era Sanchica y ella nos guió hacia la casa de su madre. Teresa nos recibió feliz, y ansiosa de recibir noticias de Sancho. Controlé el Paje que Sancho era dueño y gobernador de una ínsula Sanchica y Teresa no le creían, y les leyó el paje una carta de Sancho y de la duquesa, que fue muy noble y sencilla con Teresa, la cual decidió mandarle las mejores bellotas en forma de agradecimiento. Además la Duquesa les mandó unos corales de oro bellos, y Sancho mandó un vestido de finísimas telas para Sanchica. Teresa muy contenta y orgullosa de Sancho fue a contarles al cura y al Bachiller, los cuales no le creían a Teresa puesto que fueron a su casa a ver si el paje estaba allí, y al verlo se quedaron con la boca abierta. Aún así no quedaron muy convencidos de que esto fuese verdad, por lo que propusieron que uno de ellos fuese a visitar a Sancho, Pero el paje no estuvo muy de acuerdo. Sanchica estaba ansiosa por ir a ver a su padre pero el paje le dijo que esta no era forma de ir a visitar a su padre, que las hijas de los gobernadores iban en bellas carrozas. Alimentaron gentilmente Teresa Y Sanchica al paje , muy agradecidas por haberles traído buenas nuevas de su esposo y padre. De regreso en la ínsula de Sancho, un día su desayuno fue mínimo que hasta yo creí que el pobre Sancho iba a morir de hambre. Fue a realizar los juicios que hacía normalmente , y este era uno muy confuso sobre el derecho o no de pasar sobre un puente; pero recordó un sabio consejo de mi señor don Quijote y resolvió esto de la mejor manera. Ese mismo día le llegó una carta de mi señor don Quijote en donde en la misma le contaba de todos los acontecimientos recientes en el palacio de los duques y aprovechó esta oportunidad para reforzar las sugerencias de comportamiento. Sancho pidió que le respondiesen esa carta y no fue solo para agradecerle por su apoyo, sino para manifestarle el descontento con la hambruna que el médico lo hacía pasar, pero en fin Sancho le compartió muchas de sus nuevas experiencias como gobernante y en la mirada de Sancho podía ver cuanto lo extrañaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario