sábado, 19 de febrero de 2011

Locura Divina, Libertad Infinita

Locura divina,
Libertad infinita
Dichoso aquel
Que de ella participa

No es sino la locura
La que permite ver
Lo que otros no pueden

No es sino la locura
La que permite
Sentir y experimentar
Lo que muchos nunca podrán

No es sino la locura
Aquella que hace vivir
Cada instante al máximo

¿Por Qué la catalogan
como un problema?
Si es la entrada
a la imaginación
De un mundo mejor.

Locura divina,
Libertad infinita
Dichoso aquel
Que de ella disfruta.

Cápitulo 21 al 23

Luego de haber pasado por la iglesia, los ya casados Quiteria y Camacho, y todos los que a los jóvenes acompañaban; nos dirigimos al teatro el cual estaba bellamente adornado con ramos de flores de diversos colores, llenas de aromas que hacían el lugar aún más hermoso.Alfombras por los pasillos principales, y una fiesta alrededor que a todos encantaba. Sancho estaba admirado por la extraordinaria belleza que poseía Quiteria un cabello dorado como los rayos del sol y una cara llena de dulzura, Don Quijtote también tuvo que admitir que después de Dulcinea, por supuesto, era la dama más bella que él había visto. En cuanto a mi pensamiento, claro que era una doncella con gran belleza, gracia y felicidad,simplemente hermosa. Estabamso en el teatro salón hermoso también, cuando de repente apareció Basilio, y exclamo unas palabras que para mi fueron de gran asombro. Basilio dijo de que esta dama Quiteria, había sido su esposa y que por el bien de su alma en cuanto al aspecto religioso era mejor de que Quiteria lo volviese a desposar. Cuando miré detenidamente a Basilio tenía un puñal en un costado, Quiteria era aconsejada por todos, personalmente sentía que la confundían más. Basilio por otro lado convencía a Camacho que si el realmente amaba a Quiteria que la dejase libre de escoger si quería regresar con él como su esposa, y de esa manera Camacho no condenaría su alma. Camacho, por más amor que le tenía a Quiteria sabía que era mejor dejarla libre a escoger, diciendo esto a Quiteria la dijo libre a escoger. Quiteria , confusa eligio volver a desposar a Basilio, y lo tomo de la mano, dándole un gesto de arrepentimiento. Después de eso Basilio se quitó el puñas que yo anteriormente había visto y al parecer era el que le causaba tanta pena, para el asombro de todos era un puñal falso, nunca hirió a Basilio, fue todo un engaño para crear más presión en Quiteria. Esto me pareció muy mal hecho después de todo este matrimonio fue una farsa completamente. Inmediatamente abandonaron los nuevos esposos las fiestas de Camacho y se dirigieron a el pueblo de Basilio. Don Quijote exclamó frente al público que esta era la decisión correcta, una vez fue su esposa y ya por haber hecho este compromiso no podía ser roto hasta que alguno de los dos muriese, y aquel que se atreviese a decir lo contrario tendría que pasar por la punta de esa lanza. Y bien siguiendo a la caravana que iba detrás de los esposos, nos dirigimos don Quijote, Sancho que iba muy decepcionado de perderse las fiestas de Camacho y yo camino hacia el humilde barrio de Basilio. Fuimos bien atendidos durante tres días que fueron los que permanecimos en la casa de Basilio y de Quitera, don Quijote los aconsejo bien, sobre el matrimonio, y Sancho le dijo que ojalá el hubiese escuchado los consejos que don Quijote acababa de dar a Basilio. De haber sido así quizá no estaría casado con Teresa, fue un momento de gran felicidad. Luego don Quijote expresó su interés por ir a la cueva de Montesinos, de la cual había oído hablar. Basilio le dijo que un primo suyo lo podría guía. Y ahí nos encontramos camino a una nueva aventura, salimos de la casa de Basilio contentos y al encontrarnos con el primo salimos en busca de la nueva aventura. En el camino don Quijote le preguntó al primo que a que se dedicaba o cual era su oficio, el le respondio muy amablemente que su oficio era el de escribir libros y ahí le menciono unos cuantos, yo sinceramente no me concentre mucho en el nombre de esos libros ya que la hermosura del paisaje llamo mi atención. Cuando volví a integrarme a la conversación Don Quijote estaba impresionado por el increíble razonamiento que Sancho acababa de hacer y le decía que seguramente él ya lo había escuchado yo en alguna otra parte. Llegaron a una pequeña aldea y ahí nos dispusimos a pasar la noche y el primo de Basilio nos dijo que ya estábamos muy cerca de la cueva de Montesinos. Al día siguiente estábamos como a las dos de la tarde en la entrada de la cueva de Montesinos. En los alrededores de la cueva había gran cantidad de maleza y pasando don Quijote volvarón los cuervos y algunos murciélagos que cerca de la cueva estaban. Llegando al punto donde don Quijote iba a bajar lo amarraron de la soga larga y resistente que habíamos pasado a comprar y empezaron a bajarlo, yo no me iba a perder la oportunidad de bajar con mi señor y ver lo que dentro de esa cueva había, como al cabo de media hora lo emepezarón a subir yo subí antes que mi señor y al ver a Sancho y al primo noté la preocupación en sus caras,seguramente no sentían el peso de don Quijote al sacarlo de la cueva, para mi sorpresa don Quijote venía como inconsciente . Lo sacaron y le dieron vueltas, para ver si recobraba la conciencia, en eso don Quijote lo único que pidió fue que le diesen de comer después de sacar las alforjas, comer y recoger lo que sobró de la buena comida que les había mandado Basilio don Quijote les dijo de que nos se levantasen y que él les contaría lo ocurrido. Don Quijote contó justo lo que yo ví que había ocurrido. Explicó que luego de bajar sostenido de la soga un largo tiempo llego a ver una luz en una pequeña abertura cóncava que ahí se veía, al entrar en ella pude ver la luz que se asomaba por unos huecos de las paredes, don Quijote gritaba que no le dicen más soga, pero al parecer Sancho y el primo no le escuchaban. Luego después de admirar la estructura de aquel lugar vi que don Quijote estaba profundamente dormido y después de eso yo sentí que me desvanecía..... y me desvanecía... hasta que todo se tornó negro y no pude ver nada más. Hasta que la claridad volvió a mi con un tono de verde claro y azul radiante. Cuando logré limpiar bien mi vista ví a don Quijote que se limpiaba los ojos, al parecer los dos habíamos llegado a una pradera hermosa, radiante en belleza, soleada, pasto verde suave, flores suaves y delicadas. A lo lejos se veía un palacio, un castillo que conjugaba con la excepcional belleza de todo el lugar. En eso un hombre de estatura baja con una capa y una larga barba que le llegaba como a la cintura se acercó a don Quijote y él le pregunto quien era. El señor le contesto que él era nada más y nada menso que Montesinos, a quien la habían dedicado el nombre de esa cueva, don Quijote le hizo algunas preguntas mientras nos guiaba hacia el castillo , el cual era también un lugar hermoso. En el centro del salón estaba un cuerpo en el cual reposaba un joven el cual era hijo del señor que nos había guiado hasta, contó a Don Quijote y a mi la historia de el encanto que les había puesto Merlín un encantador no solo a él sino a otros de sus conocidos... algunos metidos en esa cueva otro en el mundo exterior. En eso vimos una procesión de dos hileras de damas que lloraban la muerte del joven que estaba en la sala anterior. Una de ellas la más afectada de todas iba detrás. Que según el señor que nos guió al palacio era la mujer más bella del mundo don Quijote, le discutió esto y le aclaró que ese puesto lo tomaría Dulcinea. Sancho le interrumpió y le felicito por no haber tomado de las barbas a ese señor y arrojarlo al suelo, en eso Sancho le dijo de que él no le creía que hubiese visto tanto en tampoco tiempo, a lo que yo me quedé sorprendido cuando dijeron de que habíamos pasado allí dentro tan solo una hora, lo que para mi en esa fermosa tierra fueron tres días y al parecer para mi señor don Quijote fueron igual tres días cuando les explico al primo y a Sancho. Le hicieron algunas preguntas a don Quijote sobre los encantados que habitaban en esas tierras. Sancho le dijo a don Quijote que seguramente esto debía de ser parte de los encantamentos e ilusiones que él en ocaciones tenía. Pero este comentario de Sancho me inquietó ¿ Habrá sido un encantamento? Pero normalmente los encantamentos solo le suceden a don Quijote y no a mí también. ¿Cómo dicen que pasó solo una hora si yo conté bien que fueron tres dias los que estuvimos ahí? ¿ Me estaré volviendo loco yo también, o será acaso que sufro los encantamentos que se le dan a don Quijote? todas estas dudas surgieron a mi cabeza inmediatamente. En eso prosiguió don Quijote y le contó a Sancho que en uno de esos días vimos a la singular Dulcinea del Toboso la cual iba acompañada de dos labradoras y en cuanto don Quijote la trató de alcanzar la mismísima señora Dulcinea del Toboso salió corriendo tan rápido que no se le fue vista jamás. En eso Sancho interrumpió y le dijo a Don Quijote que esta vez estaba seguro de que era un encantamento y que esa labradora no pudo haber sido la señora Dulcinea del Toboso. ¡Pero si yo la vi con mis propios ojos! Luego de eso prosiguió don Quijote con la hazaña de la doncella de Dulcinea, les contó que había llegado una doncella y le dijo que venía en nombre de la Señora Dulcinea que le venía a pedir de su parte que le diera doce reales, por que carecía de necesidad.Le dio don Quijote los cuatro reales que tenía y al terminar de contar esto Sancho estalló en risas. Le dijo a don Quijote que él de ninguna manera le creería a esos disparates. Don Quijote muy tranquilamente le expresó a Sancho que algún día se lo probaría, en lo que a mi concierne me dió mucha ira con Sancho al no creer lo que el Señor Don Quijote decía, más yo sabía que era verdad pues lo vi, lo sentí y lo más preciado de todo lo viví estuve tres días en una hermosa tierra...